Otra instrucción importante que se da es cómo debe hacerse el servicio. El servicio no ha de hacerse buscando reconocimiento.
Además, la gente acumula cosas de otros y las ofrece a los necesitados intentando obtener reconocimiento. Si haces algún servicio y te sientes orgulloso, eso es también indeseable. Cuando el servicio se lleva a cabo, ha de ocurrir como una ofrenda a lo Divino. De esa forma te colocas más cerca al Señor. Si empiezas a sentirte orgulloso de tu servicio, entonces te colocas más lejos de lo Divino. Incluso el servicio a tu propio cuerpo, como cepillarse o bañarse o ingerir comida, ha de ser visto como un servicio Divino porque el cuerpo te lo da a ti el Señor. Bañar al cuerpo se puede visualizar como hacer un ritual de agua a un Lingam. Entonces, eso también se convierte en una puja. Es así como te colocas más cerca del Señor. Es así como puedes ver la luz interior y esta crece en intensidad. Cuando decimos: “Que la luz que mora en mí”, ¿no deberíamos ser capaces de ver la luz? Si tienes orgullo, ira, celos, deseos indeseables, etc., entonces la luz en ti está completamente tapada. No puedes ver la luz porque la cubriste con un tubo opaco. El tubo ha de ser de cristal claro para ver la luz. Es posible cuando tú ves al Señor en todo y entonces las impurezas en ti se disipan.
Dr. K. Parvathi Kumar
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