7 de junio de 2016

CAMINO DEL DISCIPULADO




            Hay personas cuya conciencia está en el centro base o en el ombligo y ellos viven la mayoría del tiempo completamente en el mundo objetivo. El propósito del Yoga o devoción, o este conocimiento, es elevar nuestra conciencia de ese estado a los centros superiores. En ese proceso uno se da cuenta de lo que es permanente y lo que es temporal. Incluso más allá, uno se da cuenta de que lo Divino y uno mismo son UNO. Y uno es una proyección de lo Divino. Cuando permaneces en alineamiento Divino en todo momento, se dice que se está en estado Yóguico. Es un estado de permanencia en la síntesis con el Señor. En ese estado, a uno se le otorga mucho conocimiento y ese conocimiento lleva a la liberación. Para estar en alineamiento Divino, uno ha de tener devoción y conocimiento relativo al Señor. No podemos permanecer en alineamiento Divino simplemente yendo al templo diariamente o haciendo plegaria diaria solamente pidiéndole a Dios que realice nuestros deseos. Si simplemente veneras al Señor para tus deseos, no es verdadera devoción. Un ser así no puede permanecer en alineamiento Divino y no puede convertirse en un Yogui. La conciencia tiene su fuente en el Centro Ajna. Cuando uno practica el camino del Yoga y eleva su conciencia hasta el Centro Ajna, a ese ser se le llama un Yogui.

Se nos aconseja intentar meditar llevando nuestra mente al centro Ajna. Krishna lo dice así en el Bhagawad Gita. Es muy difícil mantener la mente allí porque está muy acostumbrada a salir fuera. Para mantenerla allí, se nos aconseja que visualicemos una forma hermosa o una luz en el centro Ajna. Gradualmente, la mente se absorbe en esa luz. Gradualmente uno puede comenzar a venerar la luz sin forma una vez que la mente se estabiliza en esa forma iluminada. Estos son todos los pasos dados para elevar la conciencia al centro Aja y estabilizarla allí. Cuando la mente se concentra en el Ajna, el prana también alcanza al Ajna y hay una síntesis de vida y conciencia en el centro Ajna. Cuando meditas en una forma Divina allí, ambas, vida y conciencia, se hacen más fuertes debido a la presencia Divina. Digo todo esto para que podamos comprender mejor el principio de Dhadyanchu. Este Dhadyanchu está presente en el centro de nuestra cabeza, donde la vida y la conciencia se encuentran en síntesis. Este es el punto donde la cabeza y la columna vertebral se encuentran. Científicamente se llama el Centro Cerebro Espinal. Esta síntesis se simboliza también con la cabeza de elefante con la trompa. La trompa indica la columna vertebral. Si estás demasiado ocupado con actividades objetivas, no puedes encontrar el tiempo para estas prácticas. Por eso es muy importante abandonar actividades innecesarias tanto como sea posible para tener tiempo para estas prácticas. Atiende solo a tus responsabilidades y tendrás tiempo para la meditación. A medida que vas intentado elevar tu conciencia hacia el Ajna, el prana también se concentra ahí. Ambos se refuerzan y eso nos da fortaleza a nosotros. Si olvidamos lo bueno que aprendemos, nunca podrá haber ninguna transformación. Al meditar en el Ajna, este poder aumenta y uno puede recordar todas las cosas buenas que se aprenden y entonces hay posibilidad de transformación. Así pues, podemos empezar a meditar en el Ajna o empezar en el corazón y movernos hacia el Ajna. Puedes hacer lo que sea más conveniente para ti. La continuidad es muy importante. No puedes esperar un resultado haciendo esta meditación unos días. El problema es nuestra personalidad que actúa como un gran obstáculo en esta práctica. Oyendo esto, sentimos que deberíamos empezar haciendo esta meditación a partir de mañana, pero tu personalidad no te permitirá hacerlo. Por lo tanto, siempre hemos de venerar al Señor para que nos de fortaleza para superar la personalidad.

Ha habido mucho crecimiento objetivo pero también deberíamos mirar qué crecimiento subjetivo hemos conseguido. Sin crecimiento subjetivo, el crecimiento objetivo no sirve de mucho. Todos venimos de diferentes lugares, nos reunimos aquí, pasamos tiempo durante unos 2 ó 3 días como grupo. Eso es lo que ocurre en casi cada convivencia de grupo. Hacemos plegarias, rituales y después tenemos charlas. En convivencias de grupo así, a cada uno de nosotros se nos dan ciertas actividades para hacer. El trabajo que se nos da no importa. Lo importante es cómo haces el trabajo que se te da. Dar discursos, cocinar comida, limpiar las salas, decorar el altar, etc., son todo lo mismo. La naturaleza no diferencia entre las personas según lo que hagan, sino que reconoce a las personas según cómo hacen el trabajo. Por lo tanto, la calidad del trabajo y la pureza del trabajo es lo importante. Si tú solo eres casual en tu trabajo, no habrá elevación para ti. Lo que importa es cómo hiciste el trabajo y cuál es el progreso que se consigue en el sendero. ¿Has crecido subjetivamente aumentando la calidad del trabajo que haces? Este análisis auto-crítico debería hacerse para cada actividad que hacemos diariamente. Cada uno de nosotros tiene ciertas actividades personales, profesionales, de familia y sociales. Estás haciendo estas actividades con interés y dedicación. Sin interés y dedicación en tu trabajo, tú no puedes crecer en la vida subjetiva. Tu pureza no aumenta. Por lo tanto, cualquier trabajo que llega a través tuyo por naturaleza, no es para conseguir ningún resultado sino para tu crecimiento. Has de ver todo el trabajo de esa forma. El trabajo es solo trabajo y no para un resultado. El trabajo es para tu crecimiento y pureza y no para un resultado objetivo. Ha de haber mejora en tu comportamiento.

En los tiempos antiguos en los Ashrams, a diferentes discípulos se les solía dar diferentes trabajos para hacer. No había diferenciación basada en el trabajo pero el Maestro del Ashram reconocía a aquel que había hecho su trabajo con interés y dedicación. Por lo tanto, interés y dedicación en cualquier actividad que se haga es de la mayor importancia. Por lo tanto, lo que quiero decir es que, he estado dando discursos durante casi 40 años y sigo preguntándome a mí mismo, ¿qué se ha conseguido? ¿Ha ocurrido algún cambio en mí y en aquellos que han oído los discursos? Tú también deberías preguntarte a ti mismo, ¿Cuál es el cambio que ha ocurrido? ¿Ha habido algún cambio o no? ¿Ha habido alguna mejora en la vida? El trabajo es para la mejora del ser y no para ninguna ganancia objetiva. Si estudias algo, el objetivo de aprenderlo es para obtener conciencia relativa a ese tema y no para obtener notas en algún examen. Lo mismo se aplica a cualquier trabajo. Intentamos conseguir muchas ganancias objetivas en la vida haciendo uso de nuestra inteligencia. Pero si el trabajo que haces, te trae más impureza en lugar de añadir pureza, ¿de qué sirve? Si haces algún ritual con algún deseo en la mente, ese ritual no te añadirá pureza. Ese deseo puede que se realice o no según tu karma. Tú no puedes alcanzar la Divinidad haciendo rituales con deseos en tu mente. Esto es como hacer negocios. Hacer negocios con el Señor no te acercará más a Él. Deberías hacer un ritual con devoción y permaneciendo en alineamiento con lo Divino. Entonces, causará transformación en ti. También te dará una experiencia gozosa. Cualquier actividad que hagas con pureza de mente y con interés y dedicación hacia la actividad, esa actividad te dará gran experiencia y comodidad.

Otro aspecto importante es seguir el Dharma en cada actividad que hagas. No puedes hacer ninguna actividad sin seguir la ley en la creación. Sin calidad en el trabajo que hagas, no habrá forma de que puedas moverte más cerca del Señor. Hay personas que hacen plegarias y rituales durante décadas pero no ocurre ninguna elevación ni transformación en ellos porque ellos no tenían pureza de mente mientras hacían esas plegarias y rituales. Si no hay pureza de mente, te pierdes en los resultados objetivos del trabajo que haces. Incluso el resultado estará afectado si tú no tienes pureza mientras haces el trabajo. La pureza se pierde cuando tú estás preocupado por el resultado en lugar de la calidad del trabajo.

Otra cosa importante es que tú deberías solamente atender a tus obligaciones y responsabilidades y no a otros trabajos. Uno con Rajas dominante (dinamismo) intenta hacer muchas actividades innecesarias que no son sus obligaciones. Uno con Tamas (inercia) dominante se abstiene de llevar a cabo incluso su responsabilidad. Solo aquel que está en Satwa (equilibrio) se adherirá a sus responsabilidades. Por lo tanto, la cualidad de equilibrio es muy importante para hacer solo lo que debe hacerse y hacerlo en sintonía con el Dharma y también con pureza de mente. Por lo tanto, lo que importa finalmente es solo la pureza y la calidad y no la cantidad o resultado del trabajo. Cuando seas capaz de hacer esto en todo trabajo que hagas, conseguirás idoneidad para caminar por el sendero de la auto-realización y la realización Divina.

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