31 de agosto de 2017

INTELIGENCIA ESPIRITUAL



    La inteligencia espiritual podría definirse  como la capacidad que utilizamos para dotar al mundo y nuestras experiencias de sentido y significado.

    La inteligencia espiritual no necesariamente guarda relación con la religión ni con la creencia en un ser superior o dios, pues incluso una persona no religiosa o atea puede tener una elevada inteligencia espiritual.
   Psicólogos y filósofos están investigando cómo la espiritualidad puede estar influyendo en algunas personas a la hora de relacionarse con los demás, tomar decisiones e interpretar el mundo que les rodea o las experiencias que les toca vivir, es decir, están estudiando lo que podría llamarse inteligencia espiritual.
                                         
                                           
 
                                              

¿Qué s la inteligencia espiritual?

Robert Emmons, psicólogo de la Universidad de California, revisó las publicaciones existentes sobre este tema y llegó a la conclusión de que la inteligencia espiritual podía ser considerada un tipo más de inteligencia, que estaría compuesta por cuatro componentes:

1.-La capacidad para trascender lo físico y lo material.
2.-La capacidad para experimentar estados de conciencia
elevados.
3.-La capacidad para dotar de un sentido de sacralidad a
4.-las actividades, acontecimientos y relaciones cotidianas.
5.-La capacidad para utilizar recursos espirituales para solucionar problemas.

   La psicóloga Cynthia Davis-Lockwood enseña a las personas como vivir sus vidas de una manera espiritualmente inteligente.
Define la inteligencia espiritual como:  “el modo definitivo de conocimiento. La utilizamos para imaginar posibilidades no realizadas y para trascender el metódico y pesado caminar de la vida. La utilizamos también para entender el dolor, para responder las cuestiones filosóficas básicas sobre la vida y para encontrar sentido tanto temporal como existencial.”

   Según Davis-Lockwood, las características de la inteligencia
espiritual serían las siguientes:

1.-Una elevada auto conciencia
2.-La capacidad para afrontar y utilizar el sufrimiento
3.-La capacidad para trascender el dolor
4.-La cualidad de ser inspirado por visiones y valores
5.-La renuncia a causar un daño innecesario
6.-La tendencia a ver conexiones entre diversas cosas
7.-Una marcada tendencia a preguntar “¿Por qué?” y ¿Qué pasaría si…?” y buscar respuestas fundamentales.
8.-La capacidad para trabajar en contra de lo convencional.

   Richard Wolman, psicólogo de la Harvard University
Medical School, define la inteligencia espiritual como:
“La capacidad humana para hacer preguntas sobre el significado de la vida y para experimentar simultáneamente la perfecta conexión entre cada uno de nosotros y el mundo en que vivimos.”

    Entre los autores dedicados al estudio de la inteligencia espiritual se encuentra también la psicóloga Frances Vaughan, presidenta de la Transpersonal Psychology and the Association for Humanistic Psychology. Para ella, la inteligencia espiritual, “además de la auto-conciencia, implica ser conscientes de nuestra relación con lo trascendente, con cada uno, con la tierra y todos los seres. Trabajando como psicoterapeuta, mi impresión es que la inteligencia espiritual abre el corazón, ilumina la mente, e inspira el alma.”
   Para Vaughan, la inteligencia espiritual está relacionada con la inteligencia emocional porque la espiritualidad implica desarrollar una sensibilidad intrapersonal e interpersonal. “Prestar atención a los pensamientos y sentimientos subjetivos y cultivar la empatía es parte del aumento de la conciencia de la vida espiritual interior.” Explica también que utilizamos nuestra inteligencia espiritual cuando exploramos el significado de preguntas como “¿Quién soy yo?”, “¿Por qué estoy aquí?” o “¿Que es lo que realmente importa?”.

                                     


   Como vemos en estas definiciones, la inteligencia espiritual es la que nos permite entender el mundo, a los demás y a nosotros mismos desde una perspectiva más profunda y más llena de sentido; nos ayuda a trascender el sufrimiento y a ver más allá del mundo material, entrando en esa amplia e interconectada dimensión espiritual tan alejada del mundo material en el que habitualmente nos desenvolvemos. Por este motivo, muchos autores la consideran el tipo de inteligencia más elevado de todos.

Fuente: Revista "Vida Consciente"

23 de agosto de 2017

MANTRAS Y MUDRAS


(Chick al video)
Mantras

   La palabra mantra proviene del sánscrito man, que significa mente, y tra, que tiene el sentido de protección y también de instrumento. Los mantras son recursos para proteger a nuestra mente contra los ciclos improductivos de pensamiento y acción.
  Aparte de sus aspectos vibracionales benéficos, los mantras sirven para enfocar y sosegar la mente. Al concentrarse en la repetición del sonido, todos los demás pensamientos se desvanecen poco a poco hasta que la mente queda clara y tranquila.
  Un Mantra es un conjunto de palabras o una palabra, similar a una oración, que se canta o se recita. Su propósito es centrar nuestros pensamientos y emociones para lograr su perfecto control y armonía.
Según explica Deek Chopra, los vedas afirman que si recitas en voz alta un mantra, su patrón especifico de vibraciones genera efectos propios que pueden dar lugar a sucesos en el ámbito físico. La recitación mental de un mantra genera una vibración mental, que luego se vuelve más abstracta, ésta, al final, se traslada al campo de conciencia o espíritu puro desde donde surgió la vibración. Por ello, un mantra es una manera muy eficaz de trascender y regresar a la fuente de pensamiento, que es conciencia pura. Esta es la razón por la que se recomiendan mantras específicos: por las vibraciones propias que inducen.
    Los mantras más poderosos son, de hecho, los mantras Om.
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Mudras

   La palabra proviene del sánscrito y significa literalmente sello, pero también la raíz mud significa alegría, y raponer en marcha, es decir que, a través de estos gestos, se busca encender el mecanismo de la alegría.

   De hecho,  tradiciones ancestrales como la egipcia, india o china, saben que a lo largo de la mano hay todo un mapeo reflejo de muchas áreas del cuerpo o del cerebro, así como de las distintas emociones o personalidades. Los dedos también representan los cinco elementos, los cinco chakras, representan también planetas y constelaciones y están conectados a los principales órganos a través de los canales energéticos.

   Al curvar, cruzar, estirar  y tocar un dedo con otro o con la palma, es posible establecer comunicación con el cuerpo y la mente.
   La mano derecha es controlada por el hemisferio cerebral izquierdo, recibe la influencia del sol y representa el lado masculino de nuestra naturaleza. La mano izquierda depende del hemisferio derecho, se rige por la luna y representa el aspecto femenino.

                                            


SIMBOLOGÍA DE LOS DEDOS

Pulgar: Elemento Fuego. Simboliza la energía divina, que se ha elevado por encima del mundo material.

Índice: Elemento Aire. También es conocido como dedo de Júpiter, el ejecutor, que lleva energía del yo y el subconsciente.

Medio: Elemento Éter. El dedo de Saturno, que lleva la energía de la estabilidad y la fuerza.

Anular: Elemento Tierra. Es el dedo del Sol, fuertemente unido con la energía del chakra del plexo solar y el poder personal.

Meñique: Elemento Agua. El dedo de Mercurio, relacionado con las actividades intelectuales y la comunicación.


                                                           

Fuente: Rincon del Sadhu


11 de agosto de 2017

MANTRAM PARA CADA DÍA


De Sanatam Kaur 

I am happy, I am good.
Estoy feliz, estoy bien.
Sat Nam, Sat Nam, Sat Nam ji, 
Waheguru, Waheguru, Waheguru ji.
Sat Nam: La Verdad es la Identidad de la Divinidad dentro de todos los seres. La Verdad es el Nombre de Dios.

Waheguru: Grande y maravillosa es la experiencia de la Divinidad que nos trae hacia la Luz.

Ji: Alma Divina, dentro de cada uno de nosotros y dentro de todos los seres.








8 de agosto de 2017

INTRODUCCIÓN A LA GEOMETRÍA SAGRADA


De nuestro curso de los miércoles, a las 19:30...los esperamos.



  
 En las escuelas Pitagóricas de la antigua Grecia, los alumnos más avanzados se dedicaban a estudiar desde ciencias naturales hasta las del auto conocimiento. Se les denominaba mathematikoi, "aquellos que lo estudiaban todo".
  Hoy, el término "matemática" se encuentra reducido a meras operaciones aritméticas, y los números son vistos como simples cantidades a las cuales aplicar una u otra operación para obtener una cifra resultante; simples memorizaciones de procedimientos que buscan una "respuesta correcta". Ya nada se habla de las características de cada número en sí, o de las maneras particulares en que se relacionan unos con otros, al punto en que ya casi olvidamos que número y forma expresan conceptos holísticos mucho más allá de sus propiedades cuantificadoras.



   Sin darnos cuenta, lo que alguna vez fue una visión amplia, con el tiempo se fue reduciendo a un concepto estrecho y materialista. No debiera entonces extrañarnos que sea precisamente el materialismo uno de los principales problemas de nuestra época.
Y es aquí donde debemos recordar que una infinidad de culturas ancestrales a lo largo de nuestra historia y por todo el mundo - griegos, hebreos, egipcios, mayas, orientales y tantas otras - asociaban a los números con formas geométricas que portaban un significado superior, trascendente y vinculante. Más allá del uso cotidiano que indicaba cantidad, cada número y su forma asociada representaban un principio, una estructura y un proceso en particular, manifestado en la Vida y en el Cosmos, conformando una visión integral, holística, planteando un significado tanto práctico como filosófico capaz de explicar el mundo a través de meros, formas y patrones, tanto en lo interno (Microcosmos) como en lo externo (Macrocosmos). Esta ciencia llega hasta nuestros días bajo el nombre de        Cosmometría, Metageometría o sencillamente Geometría Sagrada.

     La Geometría Sagrada plantea que el mundo puede ser un misterio, pero no un secreto, ya que todo lo que necesitamos saber ha sido puesto ante nuestros ojos; todas las claves de los misterios del Universo están a nuestro alrededor, a plena vista, formando la Creación. Existen ciertas fuerzas invisibles - llamadas campos morfogenéticos por algunos - que al ir haciéndose visibles por medio de la materia hacen que todo en la Naturaleza adopte una forma geométrica específica, siga un patrón en particular. Así, cada hoja, cada fruto, cada ser viviente posee una estructura, y es a través de ella que la Creación nos enseña las diversas relaciones y roles existentes entre los distintos elementos que componen el mundo.

  Galileo decía que "La naturaleza está escrita sobre aquel gran libro que siempre está frente a nuestros ojos — me refiero al Universo — pero no podremos comprenderlo si antes no hemos aprendido el idioma y los símbolos con que ha sido escrito. Este libro está escrito en lenguaje matemático, y los símbolos son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin cuya ayuda es imposible comprender una sola palabra de éste; sin la cual uno deambula en vano a través de un oscuro laberinto".
     La Naturaleza es Dios en manifestación, y como tal, es infinita en cantidades. Existen millones de seres; pero las formas que los componen son pocas, y estas formas se repiten una y otra vez en distintos tamaños y materialidades. Algunas tradiciones dirían incluso que se trata de "sólo unos pocos actores, presentándose a través de muchísimos disfraces".
Así, la Geometría Sagrada como lenguaje sintetiza las verdades inherentes a las formas en la naturaleza, verdades que cualquiera puede constatar. Y a diferencia del frío universo descrito por el actual modelo científico imperante, la Geometría Sagrada revela una visión de mundo unificada, con un mensaje de unidad, belleza y armonía, y que despierta la conciencia hacia una existencia de mayor luz, propósito y plenitud.

                                                        


      Habitualmente la palabra "Cosmos" la interpretamos como “espacio exterior”, cuando su origen - la voz griega Kosmos - significa sencillamente “tejido”. Por tanto, "cosmología" vendría a ser el estudio del tejido universal, es decir, de la conformación de la Creación y de las relaciones armónicas entre sus elementos, incluyéndonos a nosotros mismos y nuestro lugar dentro del orden natural. Así, la relación entre el hombre antiguo con el Universo era sabiéndose parte de un gran tejido, de una gran obra geométrica.
Observaron, por ejemplo, que en el cielo el planeta Mercurio formaba veintidós círculos en torno al Sol en siete años. Y que Venus en ocho años trazaba una figura de flor de cinco pétalos alrededor del Sol. Lo mismo Marte, Júpiter y Saturno, trazando cada cual sus propios patrones en el firmamento.

                                                

    
    Fue así como los filósofos fueron aprendiendo que números y formas (círculo, línea, triángulo, cuadrado, etc) constituían un lenguaje consistente y comprensible, un sistema de arquetipos presentes en todo el Universo, desde la más pequeña partícula subatómica hasta el mayor de los conjuntos de galaxias; en cristales, plantas, frutas, vegetales; en fenómenos climáticos, cuerpos animales y humanos. Todo en la Creación está compuesto de patrones que a su vez son parte de otros patrones mayores, lo que nos recuerda aquella Ley Hermética que señala "como es arriba, es abajo, y como es adentro, es afuera" - la fractalidad del Todo Lo Que Es.
     De esta manera vamos descorriendo un poco el velo, y comprendiendo que iniciarse en Geometría Sagrada es adentrarse en un viaje fantástico por el maravilloso “tejido” que es la Naturaleza, en donde los significados y conexiones entre sus formas y patrones se van relacionando - desde las partículas y moléculas hasta los grupos de galaxias; los infinitos seres que la habitan; los fenómenos climáticos y temporales, hasta la misma constitución del Espacio/Tiempo - todo está organizado bajo un gran patrón original.



      Para comenzar a vivirlo en carne propia, hay que partir por lo más sencillo: buscar formas básicas en la Creación, y ver los números que representan: el Uno y el círculo, el Todo; el Dos y el nacimiento de la línea como unión entre dos puntos, y así de la dualidad, los opuestos, la tensión y el movimiento. Luego el Tres, el nacimiento del triángulo, el primer polígono, y con éste, el plano; el Cuatro y la aparición del volúmen, la tercera dimensión, el cuadrado, asociados a la Materia y sus ciclos; el Cinco y las primeras formas de vida y su crecimiento, la Quintaesencia. Le siguen el Seis y la estructura del espacio, el Siete y la heptarquía mística, el Ocho como puente entre Cielo y Tierra, Espíritu y Materia; el Nueve como la firma de Dios, el Todo y la Nada… y así sucesivamente vamos apreciando un devenir de formas y principios que van bailando unos con otros en eterna Danza Cósmica, poco a poco subiendo en complejidad, hasta alcanzar principios y estructuras cada vez más ricas en significado e implicancia, como los llamados Sólidos Platónicos; la Semilla, Flor y Fruto de la Vida; Phi y la Sección Aurea. También la secuencia Fibonacci, las estructuras toroidales, la Merkaba, el Cubo de Metatrón, y tantas otras geometrías fascinantes que han regresado desde la noche de los tiempos - y quién sabe si junto a algunas nuevas - trayendo consigo increíbles y fascinantes aplicaciones científicas, arquitectónicas, terapéuticas, entre otras.

     Todas ellas vienen para ayudarnos a comprender que lo que llamamos Geometría Sagrada es verdaderamente una invitación a cobrar consciencia de que no somos independientes sino interdependientes, ya que todos sin excepción formamos parte de la gran “malla cósmica”, y como afirmaron las grandes tradiciones, todos integramos el Gran Uno, el Todo Lo Que Es.

Fuente: Profesor Roberto Jaras Lira

4 de agosto de 2017

Pasos para desarrollar la compasión




Este video nos muestra cómo desarrollar la compasión, karuna (sánscrito), entendida como la sensibilidad hacia el sufrimiento ajeno y el correspondiente deseo de liberarlo de ese sufrimiento; la compasión similar al amor es el deseo de hacer feliz al otro.