6 de mayo de 2016

MEDITACIÓN PARA AYUDAR AL MORIBUNDO






                                                                      
                 
                                                             
Yo no soy este cuerpo, ni estoy atrapado en él.
Mi vida es ilimitada, nunca he nacido, nunca moriré.

Yo no soy estos ojos, ni estoy atrapado en ellos, mi vida es ilimitada
Yo no soy estos oídos, no estoy atrapado en ellos, mi vida es ilimitada.
Yo no soy esta nariz, no estoy atrapado en ella, mi vida es ilimitada
Yo no soy esta boca ni esta lengua, no estoy atrapado en ellas. Mi vida es ilimitada
Yo no soy este cerebro, no estoy atrapado en él. Mi vida es ilimitada

Yo no soy mis pulmones, no estoy atrapado en ellos. Mi vida es ilimitada
Yo no soy el corazón, no estoy atrapado en él. Mi vida es ilimitada
Yo no soy mis brazos, no estoy atrapado en ellos. Mi vida es ilimitada
Yo no soy mis manos, no estoy atrapado en ellas. Mi vida es ilimitada
Yo no soy mis intestinos, no estoy atrapado en ellos. Mi vida es ilimitada
Yo no soy mis órganos sexuales, no estoy atrapado en ellos. Mi vida es ilimitada

Yo no soy mis sensaciones, no estoy atrapado en ellas,
No soy los sonidos que escucho ni los sabores que saboreo,
ni lo que veo ni lo que toco. Mi vida es ilimitada
Yo no soy mis percepciones, no estoy atrapado en ellas. Mi vida es ilimitada.

Yo no soy el elemento tierra que hay en mi, no estoy atrapado en él,
ni en nada de lo sólido de mi cuerpo (huesos, músculos, órganos)
Mi vida es ilimitada
Yo no soy el elemento fuego que hay en mi, ni el calor que me permite tener el
cuerpo caliente y digerir la comida, no estoy atrapado en él. Mi vida es ilimitada
Yo no soy el elemento agua que hay dentro de mi y a mi alrededor
en todas partes, no estoy sujeto a él. Mi vida es ilimitada
Yo no soy el elemento aire que hay dentro de mi y que permite el movimiento,
no estoy atrapado en él. Mi vida es completamente ilimitada.

Sobre el ancho océano y el cielo con sus numerosas galaxias
Todo se manifiesta de la base de la conciencia.
Desde los tiempos sin inicio he sido siempre libre.
El nacimiento y la muerte no son más que una puerta por la que entramos y salimos
El nacimiento y la muerte no son más que jugar al escondite.

Así que querida (nombre) sonríe, toma mi mano y despídete de mi.
Mañana o incluso antes volveremos a encontrarnos.
Siempre nos encontraremos de nuevo en la verdadera Fuente,
Siempre coincidiremos en los miles de caminos de la vida.

 Tich Nhat Hanh

 (monje budista Vietnam)









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