La ira mantiene atrapada esta virtud, que es aquella que refleja la desconexión total con nuestro Ser.
Un estado de calma se cultiva con la meditación.
Aceptar los designios de Dios, es religarnos con él y ser él, por lo tanto Si Yo Soy Paz, estoy sereno en todas partes, en cada situación soy el observado y el que observa, es importante adoptar un estado ecuánime ante cada evento de la vida, permitiendo que el flujo de la vida realice su proceso y eso nos libera de la ira, de intervenir, el querer controlarlo todo es causado por nuestro ego; solo dejando fluir la energía sin intervención alguna de nuestra parte, debemos dirigirla hacia nuestro corazón quien es el que la transforma en Amor
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