24 de octubre de 2017

Vivir el Presente


                        

                    
Vivir el presente no siempre es fácil. A veces tus pensamientos están abrumados con los arrepentimientos del pasado o la ansiedad del futuro, lo cual puede hacer que te sea difícil disfrutar el aquí y ahora. Si te cuesta vivir el momento, hay algunas estrategias sencillas que podrían ayudarte. Hay cosas que puedes hacer a lo largo del día como crear una señal de concientización, aprender a meditar y realizar actos espontáneos de amabilidad.

Desarrollar tu conciencia

Empieza despacio. Aunque es posible que te sientas tentado a revisar tu estilo de vida por completo, no es necesario que hagas grandes cambios para empezar a vivir el presente. Empieza incorporando nuevos hábitos uno a uno. Una vez que sientas que has adquirido un hábito, añade otro.
·         Por ejemplo, en vez de meditar durante 20 minutos al día inmediatamente, empieza meditando durante tres minutos al día. Después, aumenta el tiempo a medida que te sientas más cómodo con la meditación.


Presta atención a los detalles sensoriales de las actividades cotidianas.
Aprender a vivir el presente puede ser parte de tu vida cotidiana. Puedes incorporar la concientización en tu vida al prestarles atención a los detalles sensoriales de algo que estás haciendo. Concéntrate en lo que ves, escuchas, hueles y sientes en tu vida cotidiana.
·         Por ejemplo, la próxima vez que cepilles tus dientes, presta atención al olor de tu pasta dental, al sonido del cepillo contra tus dientes y a lo que sientes.


Vuelve a encauzar tu mente cuando divague. Es normal que tu mente divague, pero para estar en el presente, tienes que mantener tu mente concentrada en el aquí y ahora. Cuando notes que tu mente está divagando, vuelve a encauzarla para que se concentre en el presente de nuevo. Debes reconocer que tu mente divaga sin juzgarte por hacerlo.
·         No te molestes contigo mismo cuando tu mente divague. Es normal que tu mente divague a veces. Acepta que tu mente tomó unas pequeñas vacaciones y haz que vuelva a concentrarse en el presente.


Escoge una señal de concientización. Podría ser difícil recordar que debes estar consciente cuando estás muy ocupado. Una señal de concientización (como una cuerda atada alrededor de tu cintura o muñeca, un resaltador en tu mano o una moneda en tu zapato) puede ayudarte a recordar que debes estar consciente. Cuando notes la señal, asegúrate de detenerte por un momento y prestar atención a tus alrededores.
·         También puedes usar como señal algo más externo, como preparar una taza de té, mirar en el espejo o sacar tus zapatos después del trabajo.
·         Después de un tiempo, es posible que empieces a ignorar la señal porque te has acostumbrado a ella. Si esto sucede, cambia la señal.


Cambia tu rutina. Es posible que no estés viviendo el momento presente porque te ciñes mucho a tu rutina. Una manera en la que te puedes volver más consciente es cambiando tu rutina. Puedes hacer algo tan simple como cambiar el camino por el que conduces al trabajo, cambiar la manera en que te presentas o modificar tu historia favorita. Hacer un cambio pequeño a una de tus rutinas podría ser suficiente para que tomes más conciencia de lo que te rodea.
·         Toma una ruta diferente para los paseos nocturnos o añade una nueva costumbre a la rutina que sigues a la hora de dormir.


Aprende a meditar. La meditación es una manera excelente de entrenar tu cerebro para vivir el momento presente. Cuando medites, préstale atención a tus pensamientos y simplemente obsérvalos cuando pasan.
Para empezar con la meditación, encuentra un lugar tranquilo y ponte cómodo. Puedes sentarte en una silla o en un cojín en el suelo con tus piernas cruzadas. Cierra tus ojos y concéntrate en tu respiración. Cuando te concentres en tu respiración, no te distraigas por tus pensamientos, deja que aparezcan y que pasen.
·         Sin abrir tus ojos, observa el mundo que te rodea. También préstale atención a la manera en que te sientes. ¿Qué oyes? ¿Qué hueles? ¿Cómo te sientes (física y emocionalmente)?
·         Programa un cronómetro en tu celular para que sepas cuándo detenerte. Es posible que quieras empezar meditando 5 minutos y aumentar el tiempo desde ese punto.
·         Asegúrate de que las personas que viven contigo sepan que vas a meditar y pídeles que no te interrumpan.

Incorporar actividades conscientes

Debes estar agradecido por los descansos. Tener que esperar algo puede ser fastidioso, pero si quieres vivir el presente, tendrás que aprender a pensar en la espera como algo bueno. En vez de impacientarte cuando tienes que esperar algo, practica el hecho de estar agradecido por el tiempo adicional para prestar atención a lo que te rodea. Considera el tiempo adicional como un descanso y valora ese tiempo.
·         Por ejemplo, si tienes que esperar en una fila larga para comprar un café en la mañana, tómate el tiempo de observar tus alrededores. Cuando lo hagas, piensa en las cosas por las que estás agradecido en ese momento.


Concéntrate en una parte de tu cuerpo. Puedes aprender a vivir más en el presente al tomarte un tiempo en tu casa sobre cómo sientes una parte de tu cuerpo, como las plantas de tus pies. A medida que repitas la práctica de dirigir tu concientización a una parte de tu cuerpo, aprenderás a tomar más conciencia del momento presente.
·         Si te parece que te cuesta vivir el presente, cierra tus ojos y concentra toda tu atención en las plantas de tus pies. Cuando lo hagas, piensa en cómo tus pies se sienten en tus zapatos o en el suelo. Presta atención a la curva del arco, a la parte posterior de tu talón y a la parte final de tus dedos


Sonríe y ríete con más frecuencia. Vivir el momento puede ser un reto si estás de mal humor o si te sientes un poco deprimido, pero sonreír y reírte puede hacerte sentir mejor aunque te obligues a hacerlo.  Si te parece que no estás concentrado en el presente porque te sientes triste, oblígate a sonreír y a reírte un poco. Aunque pongas una sonrisa falsa y te rías mostrando los dientes, debes empezar a sentirte mejor inmediatamente.



Practica el agradecimiento. Estar agradecido ayuda a traerte al momento presente porque vas a pensar en lo que ha hecho que te sientas agradecido y cómo eso te ha influenciado en el aquí y el ahora. El agradecimiento también puede ayudarte a recordar las cosas buenas de la vida o los regalos. Agradece por quién eres, por cómo te sientes en este momento y por tus seres queridos como tus amigos, familiares o mascotas.
·         A lo largo del día, toma un momento para recordar algo por lo que estás agradecido. Puedes decirlo o incluso anotar tu agradecimiento para reforzarlo. Por ejemplo, podrías decir o escribir “Estoy tan agradecido por el hecho de que el sol haya salido hoy; ¡es hermoso!” o “Estoy tan agradecido por mi familia cariñosa; hacen que me sienta tan especial”.

Consejos
·         Apaga tu celular y otros aparatos durante una hora todos los días para obligarte a concentrarte más en el mundo que te rodea.
·         Escribe una descripción breve de la sesión que has tenido y después recompénsate por tu meditación exitosa.




5 de octubre de 2017

Preocuparte no te lleva a ninguna parte.


                                                 



“Un hombre puso un pequeño restaurante al borde del camino. Como su comida era buena y él era muy alegre todo el que pasaba por ahí se detenía a comer algo.

Con el tiempo su hijo creció y lo mandó a estudiar a la universidad, mientras él continuaba atendiendo su exitoso restaurante atestado de clientes y turistas. Todo marchaba muy bien hasta que su hijo recién graduado de economista vino a visitarlo y le advirtió: - Viejo, tú vives ajeno a lo que pasa en el mundo, todo está en crisis. La situación económica del país es cada vez peor, poco a poco tu clientela decaerá y tendrás que cerrar, de modo que como experto en economía te recomiendo que empieces a reducir tus gastos y que no inviertas más hasta que la situación del país mejore.

 El padre preocupado hizo caso a su hijo y empezó a recortar gastos. Abría su negocio más tarde y cerraba más temprano, despidió algunos de sus empleados, compró alimentos de inferior calidad, la comida ya no era la de antes, y lo peor de todo fue que perdió su alegría y salud de tanto preocuparse. Sólo hablaba con sus clientes de las malas noticias que veía en la TV que le compró su hijo. Pronto ahuyentó su clientela, ya nadie entraba a su restaurante y el viejo se lamentaba y decía: ‘¡Qué sabio es mi hijo, todo está en crisis… él tenía toda la razón!’”.

 En tiempos de cambio e inestabilidad, la preocupación desgasta.....no pierdas el entusiasmo!!!.  Las imágenes negativas que se crean en la mente y que alimentan nuestros temores e inseguridades, nos hacen perder la tranquilidad y hasta se convierten en la causa del fracaso en un momento dado. La mayoría de las veces lo que nos preocupa nunca sucede, pero si lo permitimos nos desgasta emocionalmente y nos roba la posibilidad de vivir con felicidad. 

                                                       
                                                            


Todos sentimos temores y preocupaciones innecesarias que nos atormentan como la posibilidad de morir de una enfermedad incurable, un accidente de avión o auto, perder nuestro trabajo, un terremoto, las cuentas por pagar, etc. Podemos pasarnos el resto de nuestras vidas preocupados y angustiados por lo que imaginamos que sucederá, lejos de mejorar las cosas acabaremos con nuestra tranquilidad y la eficacia que necesitamos en la actividad diaria, ya que, la preocupación sólo nos paraliza.

Para soltar las preocupaciones lo mejor es la acción, no pienses tanto, atrévete a enfrentar con valentía la situación que te preocupa; ésta es la mejor manera paraminimizar el temor.
      
    - ¿Qué es lo peor que puede ocurrir? Piénsalo, asúmelo y resuélvelo mentalmente.    

       Recuerda la oración de San Francisco de Asís : "Si está en tus manos hacer algo para solucionarlo ponte a trabajar inmediatamente y si no puedes hacer nada acéptalo  suéltalo".  

 ¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida   es maravillosa y todo va a estar bien!

Fuente: Revista Vida Consciente